martes, 25 de octubre de 2011

Cuando hago un PUNTO es cuando te necesito


Este es un punto. A veces hago punto y paro. Veo a mi alrededor, y lo que quedó adentro. No son hechos, no son acciones, ni siquiera son recuerdos: son amores.
Amores reales, vividos con cada pedazo de persona que fui y que a veces me gusta volver a buscar. La busco y allí está.
Sé que esa persona que fui en cada amor, está en un rincón; guardando ese amor para ese ser a quién atravesó. Y allí, en ese rincón, estoy. Puedo verme como un otro; a veces, apenas puedo reconocerme. A veces ingenua, a veces impulsiva, torpe, apasionada o llorosa. A veces, a veces, a veces. Miles de amores de todo tipo, de abuelos, de mares, de lluvias, de hermanos, de amigos, de escuela, de playas y de hombres. Hombres, los amores de hombres que aún me aman. Todos esos amores guardo, porque, aunque en cada uno fui un ser igual y también distinto me gusta encontrarme en ellos y sentirlos. Estoy abrigada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario